Es, en principio, desconcertante que la flamante CEO de Yahoo!, Marissa Mayer, haya decidido eliminar el teletrabajo en una de las empresas más notorias de Internet. Su CV incluye una exitosa trayectoria en Google, donde tampoco los empleados trabajan en sus casas, sino que concurren a un lugar común, repleto de atracciones y libertades, invirtiendo los términos de la ecuación. Algo así como crear un ambiente donde cada uno se sienta como en su casa, excepto aquello de andar ambulando y sentarse frente a la computadora en pijama.
Marissa Mayer tiene otros antecedentes que la ubican en una posición bastante poco convencional, a pesar de ser considerada una súper geek (fanática de las nuevas tecnologías) de 37 años. Basta señalar alguna de sus declaraciones: "No creo que el agotamiento ocurra por la falta de sueño o por no hacer suficientes comidas adecuadas. Creo que el agotamiento proviene del resentimiento. Es posible que trabajes demasiado, pero tienes que descubrir qué es lo que necesitas realmente para mantenerte activo, con energía, para no volverte resentido".
Para algunos, la eliminación del teletrabajo en su compañía significa un retroceso, pero el comunicado que difundió Mayer a través de la responsable de Recursos Humanos, Jackie Resses, intenta explicar los fundamentos: "La comunicación y la colaboración son fundamentales, así que debemos trabajar codo con codo, y por este motivo es crítico que estemos físicamente en la oficina. Algunas de las mejores decisiones se toman en las cafeterías o por los pasillos. Velocidad y calidad se sacrifican a menudo cuando trabajamos desde casa. Necesitamos ser un solo Yahoo! Eso empieza estando físicamente juntos".
Tal parece que, hasta ahora, la nueva CEO no se equivoca en sus decisiones, porque desde que asumió su función, a mediados de 2012, la compañía logró incrementar sus ingresos un 0,04% más que en el año anterior, luego de cuatro años sin crecimiento. Entre otras medidas desechó activos para aumentar la liquidez y se desprendió de más de 2000 empleados.
La suspensión del teletrabajo, en una empresa como Yahoo! y decidida por una CEO de 37 años, debería descartar el prejuicio de que se trata de un viejo reflejo de modalidad de producción, inspirado en las prácticas taylorianas de principios del siglo XX. Todo lo cibernético está inmediatamente teñido de modernidad y actualización, más allá de los resultados.
Una de las interpretaciones es que el teletrabajo se situó pensando más en el empleado que en el empleador. Es cuestión de sacar cuentas, pero las razones de Mayer no dejan de ser atendibles y se refieren a la comunicación. Curiosamente, hay una revaloración de las conversaciones de pasillo y las charlas de café, colocándolas como medio eficaz para generar nuevas ideas y trabajo en equipo -codo a codo, como dice el comunicado-, esto es, lugares específicos donde el simple hablar de uno con el otro es una tecnología imprescindible que lleva muchos siglos de vigencia.
Sugiere, por lo tanto, que la relación personal, físicamente presente, tiene una riqueza que queda abrumada, en el sentido original del término, por las nuevas tecnologías y, por lo tanto, desplazadas. Una vez más, nos enfrentamos a un problema que no tiene nada de simple. La opción del teletrabajo depende de los objetivos y las actividades de cada posición en la totalidad de la empresa, donde aquellos, los objetivos, deben estar sintonizados casi a la perfección.
Por Jorge Mosqueira | LA NACION
No hay comentarios:
Publicar un comentario